Creta Septiembre 2011

Llegamos al aeropuerto de Heraklion (Iraklio) el sábado a las 18:00h, después de  6h horas de avión haciendo un rapidísimo transbordo en Atenas. Fuimos a buscar el coche de alquiler, finalmente fue un Peugeot 206+, agradecidos por su “espacio” ya que en principio reservamos un 106 o similar. El señor, griego de pies a cabeza, nos facilito un mapa de la isla, el cual utilizamos hasta su desintegración.

Nos pusimos de camino al apartamento, Akti, situados a pie de playa en la localidad de Stravromenos, y primeras sorpresas, perfectas reproducciones de iglesias por toda la carretera. El apartamento muy buen situado para llegar sin muchas horas de carretera a todos los sitios, parajes y museos a visitar, como también por supermercados y restaurantes cercanos.
Reproducción Iglesias
Apartamentos Akti
Día 1 – Domingo : TEMPLO DE KNOSSOS y HERAKLION

Cuernos Minotaurio
Nos levantamos algo temprano (como casi todos los días) y decidimos ir a visitar el Laberinto del Minotaurio o Templo de Knossos. Tomamos dirección Heraklion, en la autopista ya nos marcaba el Templo, así que no tuvimos muchos problemas para llegar. Nos encontramos con un amplio y soleado parking (3 sombras contadas y ocupadas) y muchas tiendas de souvenirs de camino a la entrada de las ruinas. Entrada económica por 6 € y con carné de estudiante gratuito. En la entrada montones de guías a cualquier idioma para dar y vender, pasamos amablemente de ellos y nos adentramos en el templo, adentrar es un decir ya que casi todo esta al aire libre y en el suelo. Información detallada de todo el templo en paneles informativos, eso si, en griego e inglés. Aunque a primera vista son 4 piedras, a medida que te avanzas vas encontrando columnas, pequeños sectores del templo erectos, pinturas, algunas ánforas y tinajas de gran tamaño. Por supuesto, y sin dudar, lo más esperado, vistoso y admirable el fresco del Minotauro y el de los Delfines en la sala de baños. Otros sectores menos conocidos, pero no por eso menos importantes es el cuerpo central del templo donde se pueden admirar los diferentes pisos a piedra conformados como también el baño y sala de meditación de la reina y su trono de piedra con su reproducción a madera.
Fresco Minotaurio
Fresco Delfines
Interior templo
Pasada una mañana muy entretenida en el templo nos fuimos a Heraklion a visitar la ciudad, y aprovechar para comer. Aparcamos cerca de la puerta de Sant George y su muralla, paseamos tranquilamente por el puerto y sus poderosas murallas medievales hasta llegar a la majestuosa Fortaleza de Koules, adentrada al mar, por ella tuvimos que sortear varias oleadas de marea que golpeaban al rompeolas, aunque no fue ningún problema dado el calor, aunque mucho viento. Seguimos por la calle peatonal central, la avenida Eikostis Temptis, donde restaurantes y tiendecitas varias eran las dueñas (la mayoría cerradas al ser domingo), como también edificios de diferentes épocas y estilos configuraban sus paredes, hasta llegar a la plaza de la fuente de Bembo. Allí nos desviamos a la derecha hasta llegar a la preciosa Catedral de Agios Minas.
Murallas medievales
Fortaleza Koules
Catedral Agios Minas
Ya cansados de andar, volvimos al apartamento para relajarnos y pasear por la playa adjunta y descubrir un par de nidos de tortugas marinas.


Día 2 – Lunes: MONTE IDA, CUEVA DE IDA, ELEFTHERNA y MONASTERIO DE ARKADI

Desayunando no nos podíamos imaginar el duro día que nos teníamos por delante, duro pero a la vez interesante.
Nos pusimos de camino dirección Anogia, después de perdernos como dedos de las manos y pies tenemos, pasamos por pueblecitos con su encanto y sus esculturas talladas directamente en troncos de árboles, conseguimos llegar al pueblo, en principio es el mejor lugar para empezar la ascensión al Monte Ida (y esa era nuestra intención), pero se nos truncó al hacer un viento frio y pequeñas y frías gotitas de lluvia, y como buen montañero, no hay que arriesgarse y más si no se sabe el camino. Así que volvimos al coche y seguimos la carretera, a medida que subíamos el tiempo iba empeorando y poniéndose más negro, pero … sorpresa, fue cruzar la “pequeña” serralada y pasar al lado sud que nos deslumbró el sol en toda nuestra cara, y ahí estaba, el pico del Monte Ida y el valle Amari, unas vistas fantásticas y un silencio natural indescriptible. Seguimos la carretera llena de cabritas por todos lados hasta llegar al final de la carretera asfaltada, paramos el coche y teníamos como una especie de parador, ahí indicaba la cueva de Ida por un camino de tierra de subida, así que volvimos al coche y a subir, hay que decir que no era el mejor coche para realizar esa ascensión. Y ahora si, llegamos a los fines de los caminos en coche pero allí estaba la cueva de Ida, un enorme orificio en la montaña y aún más grande e imponente en su interior, la verdad poco había que ver a parte de bajar al corazón de la cueva, pero solamente por la sensación de estar ahí dentro e imaginar la historia de que la madre de Zeus lo escondió allí, ya es más que suficiente. Volvimos al parador, y seguimos un camino medio escondido, el cual nos llevó por un sinfín de panales de abeja y el camino cortado por una valla, así que si no queréis destrozar el coche, mejor no os metáis. Volvimos por la misma carretera hasta Anogia, casi cazados por un enorme pájaro que decidió darse una vuelta por delante el coche.
Monte Ida y Valle Amari
Cueva de Ida
Interior cueva Ida
En Anogia tomamos dirección a Eleftherna, básicamente el mismo camino, esta vez ya sin perdernos, una vez ahí aparcamos  en el parking o final de calle cortada, donde empezaba la ruta a pie por la zona y ruinas de Eleftherna. Al iniciar la ruta te encuentras con un Akropolis de piedra y una torre en ruinas, donde nos complacieron con unas maravillosas vistas del norte de Creta y su mar. A lo largo de la ruta nos fuimos encontrando diferentes arkopolis llenos de olivares y de alguna que otra columna desparramada, el akropolis más grande no conseguimos llegar, ya que íbamos con un poco de prisa y no nos paramos a buscar bien el camino, aún así lo vimos de lejos. Al final de la ruta circular (nuestro final), fue las sorprendentes cisternas talladas dentro de la piedra, conformaban enormes columnas de piedra picada y una temperatura envidiable respecto a la de fuera. Realmente sencillo pero impresionante. Regresamos al coche y nos pusimos rumbo Arkadi.

Vistas desde torre de Eleftherna
Cisternas naturales Eleftherna
Gran akropolis
Podríamos describir Arkadi como un inmenso monasterio en medio de la nada, un lugar seco y amplio con una gran e integrada arquitectura, pero lo mejor estaba en su interior, en el centro del monasterio se erige la pequeña iglesia de Arkadi, con su fina y resultona fachada, una de las iglesias más bonitas que he visto, sencilla pero hermosa. Para entrar en el monasterio e iglesia hay que taparse los hombros, los simpáticos monjes te prestan grandes pañuelos,  y pagar la entrada correspondiente. 
Monasterio Arkadi
Iglesia Arkadi
Hechos trizas volvimos al apartamento, no sin antes parar en el supermercado para una buena cena. Y como no, un paseo al atardecer por la playa viendo la puesta de sol.


Día 3 – Martes: GORTYNA, PHAESTOS, MATALA y AGIA GALINI

Tercer día levantándonos a horas intempestivas en vacaciones para poder cubrir otra parte del territorio de Creta.
Bien desayunados nos dirigimos a Rethimon, allí y en la misma autopista nos desviamos a Spili (estas carreteras eran una gozada comparadas con las del día anterior), cruzamos Spili y continuamos hasta Agioi Deka, una vez allí y dar un par de vueltas perdidos por el pueblo, usamos la cabeza y el mapa y volvimos unos 5 km para atrás hasta las ruinas de Gortyna, ruinas de una antigua ciudad romana y posterior nucleo del primer obispo cristiano en la isla. Esta vez con el coche aparcado en la sombra, por fin, nos fuimos para el “complejo” y unos gatitos nos acompañaron. Otra entrada agradable de pagar, 4€ y también con carné estudiantes gratis, solamente entrar nos encontramos de narices con el absis del Templo de Titus, de echo lo único que queda en pie de este templo, el cual hubiera sido impresionante con tan solo con ver esta parte en pie. A su lado, encontramos la Sala de Leyes de Gortyna, o Odeón, donde se encuentran esculpidas en piedra el código de leyes de la ciudad. Sin duda un lugar carismático e interesantísimo a visitar, como también sus estatúas de diferentes personalidades en mármol expuestas al lado de la tienda de souvenirs.
Templo de Titus
Sala de Leyes de Gortyna
Visto Gortyna, nos dirigimos a Phaestos, haciendo una pequeña parada al virgen Monasterio de Kaparian, digo virgen porque sus paredes blancas y arquitectura lo transmiten, o por lo menos pureza. Si os sobra tiempo, recomiendo hacer esta pequeña parada. Llegados a Phaestos, después de una subidita con bonitas curvas, en el parking se puede gozar de unas vistas al interior de Creta, hasta divisar el Monte Ida. Pasamos la entrada (4€ y gratis estudiantes) una enormes explanada de restos arqueológicos y arquitectónicos, eso si, ni un centímetro de sombra, otra vez con el paraguas en mano y a pasear. En el palacio pudimos ver, o más bien deducir por lo que vimos y los carteles informativos, muchos recintos y aposentos reiales, habitaciones con grandes tinajas, escaleras por todos lados, restos de un santuario y de un palacio y la zona donde te considerabas algo muy pequeñito, el gran teatro, aunque solamente se distinguían sus asientos de piedra. Dado un justo paseo por Phaestos, ya que el sol era asfixiante, decidimos comer en el parking donde se podía gozar de sombra y aire “fresquito”.
Monasterio de Kaparian
Phaestos
Teatro de Phaestos
Continuamos nuestra aventura dirección a Matalas, pueblo puro de playa  que se descifraba solamente entrar y ver el ambiente. Aparcamos casi en la entrada del pueblo, ya que era imposible hacerlo más adelante. Un pueblecito acogedor, todo calle peatonales, con una maravillosa playa de agua cristalina y su toque final, la tumbas y cuevas esculpidas a la roca de la montaña de su playa, le daba su toque personal. Antes de disfrutar de la playa decidimos acabar de cansarnos siguiendo el caminito que nos llevaría a la Playa Roja, subimos hasta el punto más alto para verla, pero viendo el sendero y yendo en chanclas no era una buena idea bajar, así que nos volvimos, callejeamos por los bares de la costa (no eran calles, sino calles-bares) y pudimos terminar de comprobar el auténtico espíritu hippie que gobernaba en el pueblo.
Extendimos nuestras toallas en la playa y en una sombra acabada de abandonar y fuimos a cotillear las tumbas de la montaña, disfrutamos entrando y saliendo de ella como niños pero a la vez observando cada uno de sus detalles. Finalmente, y por fin, nos tumbamos en la arena y nos dimos un baño en esas aguas tan limpia, no sin antes deslizar por la piedra natural y escondida de entrada a la playa.
Playa de Matala
Playa Matala desde tumbas
Playa Roja
Para terminar el día pusimos rumbo a Aghia Galini, pequeño y tranquilo pueblo portuario, cuyo interés era el de las estatuas de Icarus y Dedalus, la historia mitológica de las alas con cera para escapar de la isla.
Estatuas de Icarus y Dedalus

Otro atardecer en compañía de la ida del sol y una buena cena para ir a dormir.


Al meridiano de nuestras aprovechadas vacaciones, con muchos lugares vistos y muchos más por visitar, seguimos con nuestro viaje...

Dia 4: Miércoles: GRAMVOUSSA-BALOS y ELEFONISI

Piscina de rocas

Hoy nos tomamos las cosas con calma, levantándonos tempranito para ayudar a despertar el cuerpo, llevamos 3 dias como el monstruo de Tazmania y en vacaciones hay que relajarse.

Montados en el coche con todos los bártulos de día playero, pusimos rumbo a Kissamos, último pueblecito al nord-oeste de la isla, a unos 100 km del apartamento. Por el camino nos detuvimos a una piscina natural de rocas en el mar que avistamos desde la misma carretera, y nos dimos un chapuzón para refrescarnos, ya que el calor ya empezaba a notarse.

Nuestra invitada
Una vez a Kissamos, fue cuestión de guiarnos por nuestra intuición y alguno que otro cartelito que ibamos encontrando por el camino dirección Balos. Ahí empieza un camino de cabras ancho y taladrador con un turismo, serian unos 8 km de caminito, al poco de iniciarlo hay el tenderete de la entrada al parque natural y hay que pagar 4 o 5€ por coche (no lo recuerdo bien), hasta llegar al párking, todo el camino lleno de cabras y en el párking las más inteligentes pidiendo limosna a todo los turistas, por no ser menos les dimos plátano y pan. Aquí empieza las bajada para la playa, un tramo de sendero seguido de unas 460 escaleras, aunque ni te enteras por quedar aturdido por el hermoso paisaje que te brinda el lugar, espectacular, y con las prisas de querer llegar  a la playa ni nos enteramos de las escaleras. Pusimos nuestras cosas a pie de una piedra que daba un poco de sombra y fuimos a chafardear el precioso lugar. Aguas cristalinas, limpias, con diferentes temperaturas y profundidades, un lugar perfecto. Después de un baño y un rato de relajación tumbados en la arena, toca subir escaleras, otra vez sin darte cuenta de ellas, ya que no paramos de girarnos para que el paisaje se quedase plasmado en la retina para siempre. Comimos en el párking con la mirada atenta de las cabras y nos pusimos dirección Elefonisis.
Gramvousa  Balos desde el inicio de las escaleras
Gramvousa - Balos
Elefanosi
Camino de cabras....
Elefanosi
Al sud-oeste de la isla, a unos 45 km, nos esperaba otra preciosa playa (aunque después de Gramvousa pocas playas serian iguales). Elefanosis, playa más poblada y con civilización, toda su costa la cubria una linea de sombrillas. Nos adentramos a la playa en su punto medio, donde un pequeño caminito natural de arena y algunas rocas te permitian llegar a una pequeña isla-desierto, zona natural y protegida y nos encontramos una playa delante de la playa, un sitio muy bonito para pasar un dia agradable de playa y curiosear un poco.
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Hora de volver al apartamento, para una buena duchar y quitarnos toda la arena de las orejas, muertos, cenamos un poquito y a achuchar la esperada cama. 

Día 5: Jueves: MONASTERIO DE PREVELI, PLAYA DE PREVELI y PLAKIAS

Monasterio de Preveli
Otro día relajado empezaba, dormimos hasta que el cuerpo dijo basta. Con tranquilidad tomamos el coche hacia Preveli, con intención de visitar su monasterio. Después de pasar unas ruinas de un monasterio cercano y al lado de la carretera, llegamos al Monasterio de Preveli propiamente dicho. Comimos antes de nada y fuimos a informarnos en la entrada. La entrada al monasterio no era muy cara, pero no quisimos entrar, ya que el echo de no poder hacer fotos tampoco ayudó y más si se tenia que pagar la entrada. Así que desde fuera dimos una ojeada y nos volvimos para el coche para irnos a la playa.

Playa de Preveli
Casi al lado del monasterio encontramos la carretera para ir a la playa, un pàrking indicaba que habíamos llegado, pagando 2 o 3 € (hasta las 18h, después es gratis ). Otra vez a bajar por un senderito y escaleras para ir a la playa, y otra vez unas vistas magnificas de la curiosa playa de Preveli con su desembocadura del río en L. Desde la playa, nos adentramos al cañón del río, un caminito marcado de arena y tierra permitia un paso muy llevadero. Palmeras de formas y tamaños variados, así como la orilla del río siempre al lado. Llegamos a unas grandes piedras con el agua calmada y metimos los pies en el río bien fresco. Al volver a la playa disfrutamos de un baño y no nos pudimos contener de hacernos las fotos de todo turista junto a la roca que gobernaba la orilla.
Playa de Preveli
Camino garganta Preveli
Garganta Preveli
Plakias
Vuelta al coche y como destino Plakias, un pequeño pueblo con una inmensa y larga playa con su saliente pedrusco a su final. Un encantador lugar para ver la puesta de sol, tranquilo y con sus restaurantes de marisco y pescado. 

Después de disfrutar de un día relajante en unos lugares estupendos, toca cenar e ir a dormir temprano, el día siguiente sería agotador.






Día 6 - Viernes: PARQUE NATURAL Y GARGANTA DE SAMARIA y PLAYA AGIA ROUMELI (track)

Madrugón de los madrugones, en pie a las 4 a.m., desayunar, preparar las mochilas con toda la comida y la ropa, a por el coche y destino Chania o Xavia, Xania. Allí cojimos els autobús (a las 6 y poco), 35 € de Chania a Samaria y de Agia Roumeli a Chania, sin duda un buen precio. 
Inicio Samaria
Aprovechamos el viaje del bus para dormir un ratito más y en hora y media llegamos al inicio del camino a la garganta de Samaria. Un inicio muy turístico y con el check-point de entrada a pagar 5€ por persona, detrás del ticket un mapa con los puntos de avituallamiento y lavabos (todo un detalle), a los cuatro pasos se complicó, camino de escaleras de piedra, o de piedras solamente con tierra. Primeros quilómetros de bajada y con frondosos bosques, con lo que la sombra era abundante y muy agradecida. En el transcurso del camino había lavabos (de los de antes de "pica" en el suelo). 

Después de la bajada pronunciada, seguía un altibajo de camino muy llevadero y con tramos de riachuelo acompañado aún por los árboles y una muy buena sorpresa, un bosque de piedras, todo de montañas de culminación de cimas amontonadas en un mismo sitio, hermoso. Poco antes de llegar a caminar por el río (seco) y adentrarnos en la garganta en si, se encuentra el pequeño pueblo en ruinas de Samaria, con alguna que otra edificación restaurada, un puente de madera, su fuente de agua fresca, sus olivares y, como no, sus cabritas, todo muy coqueto. Seguimos el camino y por fin nos adentramos en la garganta, el caño del río Omalos, seco por la época en que nos encontramos, así que supongo que habrá épocas del año que no se podrà realizar esta excursión, por lo menos por la misma ruta.
Bosque de piedras
Pueblo Samaria
Garganta Samaria
Garganta de Samaria
Tocaba caminar entre y por las piedras rodadas, cruzar por mini-puentes de madera y al fin, llegar a la Garganta de Samaria, tramo entre dos grandes paredes de piedra separadas por algo más de 3 metros, todo un espectáculo estático de la naturaleza. Llegar a la playa fue infinito por el sol, las sombras se esfumaron con los árboles y la tierra parecía arder, llegamos al segundo y último check-point donde enseñamos el ticket y dejarnos pasar. Este tramo final se amenizo con las casitas en el camino, los abundantes rebaños de cabras y cabritos, y una tienda de souvenirs con bar salida de la nada. Después de 18 km andando, llegamos a la playa de Agia Roumeli. Recomendaciones para la caminata: crema solar, tener los pies sin heridas, un buen calzado (aunque había gente con cualquier cosa y no me quiero imaginar como llegaron sus pies) y, sobretodo, tener un mínimo gusto y pasión por la naturaleza y las caminatas. Sino es mejor coger el barco que te lleva de Sfakia a Agia Roumeli y hacer el recorrido al revés, ya que de la playa al punto mágico de la garganta es relativamente corto. 

En Agia Roumeli, fuimos directos a comprar los pases para el ferry a Sfakia, donde cogeríamos el autobús. Pero antes gozamos de un buen baño en la playa de arena negra de Agia Roumeli, alquilamos un par de hamacas con sombrilla, puesto que no era muy aconsejable seguir tomando el sol y que la arena ardía, así que mejor estar un poco en alto. Relajados y con algunas energías recuperadas, tomamos el barco hacia Sfakia, haciendo una rápida parada en Louto. En Sfakia corrimos hacia el bus, vaya a ser que nos quedemos en tierra ya que solamente había uno esperando de la compañía, poco después llegó otro. Viaje de vuelta a Chania dormidos desde el primer segundo. 


Playa arena negra Agia Roumeli
Agia Roumeli

Un largo viaje en coche de Chania hasta el apartamento debido al agotamiento, una buena ducha y sin fuerzas para cenar, así que directamente a la cama y ha dormir como reyes.




Día 7: Sábado: HERAKLION y VUELTA A BARCELONA

Minotaurio
Día de hacer las maletas para la vuelta a casa, camino de Heraklion para dejar el coche a las 12 a.m. surgió la grata sorpresa de que habíamos mirado mal el horario de salida del vuelo, y salía 4 horas más tarde a lo previsto (menos mal que era más tarde....), no tuvimos ningún problema para mantener el coche esas horas y las aprovechamos para visitar una vez más Heraklion y entrar en el Museo Arquelógico, este situado en el centro viejo de la ciudad y abarca las piezas arqueológicas minóicas y de eras anteriores. Un museo pequeño y cuidado, con las estatuas, figuras y artilugios arqueológicos. Entre ellos la cabeza del Minotaurio, muy pequeño en comparación a lo que imaginé, la rueda de Phaestos, frescos del Templo de Knossos, las dobles hachas, el sarcófago de Ayia Triada, el fresco del Toro Saltado, y un largo etcétera de piezas curiosas.




Rueda de Phaestos
Fresco del Toro Saltado
Nos zambullimos en el bullicio del centro de Heraklion (hoy todo abierto) y compramos algún que otro souvenir, buscando el mejor precio y ajustándolo con el tendedero, algunos lo puedes hacer en otros no.




En el aeropuerto y las maletas facturadas, nos esperan 9 horas entre vuelos y una escala de 4 horas en Atenas, aprovechada para comer y degustar los pastelitos de una tienda al fondo del aeropuerto, riquísimos !!

Un viaje fantástico, cultural y natural, sin dudar lo repetiría !!

Ahí van algunos consejos:
Conducción: cuidado con los lugareños !! cada centímetro de carretera es aprovechada, y aunque ponga autopistas, carreteras comarcales, etc., las utilizan todas iguales, la gente adelanta cuando puede adelantar, las lineas continuas o discontinuas son iguales, si pueden adelantar lo hacen, es más, la gente facilita el adelantamiento apartándose al arcén ;)
Gasolina: carísima !! el lugar donde estuvo más barata era a 1,66 € por aquel entonces, lo normal era entre 1,76-1,86, podéis imaginar el frenazo que hicimos al ver el precio de esa gasolinera !! 
Sol: protección solar al máximo, y si en las visitas a restos arqueológicos os lleváis un paraguas, mejor que mejor ! y gorra !
Economía: no fuimos a restaurantes ya que al tener apartamento hacíamos nosotros la comida y llevamos lo justo para las visitas, pero en los supermercados los precios están más o menos a la par de aquí.
Comida: los yogures buenísimos y su tipo de pan, duro como una piedra pero que tenia un gustirrinín muy auténtico.
Y sobretodo... ir equipados con mapa !! Buen viaje !!

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